Acoso de adultos

Acoso de adultos

Acoso de adultos

Quizás no escuches mucho sobre el acoso de adultos, pero es un problema. Lea este artículo para obtener más información sobre los diferentes tipos de acosadores adultos y obtener algunas ideas sobre cómo lidiar con un acosador adulto. El acoso de adultos es un problema grave y puede requerir acciones legales. Uno pensaría que a medida que las personas maduran y progresan en la vida, abandonarían los comportamientos de su juventud. Desafortunadamente, este no es siempre el caso. Lamentablemente, los adultos pueden ser acosadores, al igual que los niños y los adolescentes pueden ser acosadores. Si bien es más probable que los adultos utilicen el acoso verbal en lugar del acoso físico, el hecho es que el acoso entre adultos existe. El objetivo de un acosador adulto es ganar poder sobre otra persona y convertirse en el adulto dominante. Intentan humillar a las víctimas y “mostrarles quién manda”. Hay varios tipos diferentes de acosadores adultos y es útil saber cómo operan:

Bully adulto narcisista:

Este tipo de acosador adulto es egocéntrico y no comparte empatía con los demás. Además, hay poca ansiedad por las consecuencias. Él o ella parece sentirse bien consigo mismo, pero tiene un narcisismo frágil que requiere menospreciar a los demás.

Bully adulto impulsivo:

Los agresores adultos de esta categoría son más espontáneos y planifican menos su acoso. Incluso si es probable que haya consecuencias, a este acosador adulto le resulta difícil controlar su comportamiento. En algunos casos, este tipo de acoso puede ser involuntario y provocar períodos de estrés o cuando el acosador en realidad está molesto o preocupado por algo que no tiene relación con la víctima.

Matón físico:

Si bien el acoso de adultos rara vez deriva en una confrontación física, hay, no obstante, acosadores que utilizan el físico. En algunos casos, es posible que el acosador adulto en realidad no lastime físicamente a la víctima, pero puede utilizar la amenaza de daño o la dominación física mediante amenazas. Además, un acosador físico puede dañar o robar la propiedad de la víctima, en lugar de confrontarla físicamente.

Acosador verbal adulto:

Las palabras pueden ser bastante dañinas. Los acosadores adultos que usan este tipo de táctica pueden iniciar rumores sobre la víctima o usar lenguaje sarcástico o degradante para dominar o humillar a otra persona. Este tipo sutil de acoso también tiene la ventaja –para el agresor– de ser difícil de documentar. Sin embargo, los impactos emocionales y psicológicos del acoso verbal se pueden sentir con bastante intensidad y pueden provocar un rendimiento laboral reducido e incluso depresión.

Bully adulto secundario:

Se trata de alguien que no inicia el acoso, sino que se suma para no convertirse en víctima en el futuro. Los acosadores secundarios pueden sentirse mal por lo que están haciendo, pero están más preocupados por protegerse.

Acoso laboral

Es alguien que puede hacer la vida bastante miserable y difícil. Los supervisores deben ser conscientes de los agresores adultos, ya que pueden alterar la productividad, crear un ambiente de trabajo hostil (exponiendo a la empresa al riesgo de una demanda judicial) y reducir la moral. Es importante tener en cuenta, sin embargo, que hay poco que puedas hacer ante un agresor adulto, aparte de ignorarlo y tratar de evitarlo, después de denunciar el abuso a un supervisor. Esto se debe a que los acosadores adultos suelen seguir un patrón establecido. No están interesados en resolver las cosas y no están interesados en llegar a acuerdos. Más bien, los acosadores adultos están más interesados en el poder y la dominación. Quieren sentirse importantes y preferidos, y lo logran derribando a los demás. Es muy poco lo que se puede hacer para cambiar a un acosador adulto, más allá de trabajar dentro de los límites de las leyes y regulaciones establecidas por la empresa. La buena noticia es que, si puedes documentar el acoso, existen remedios legales y civiles para el acoso, el abuso y otras formas de acoso. Pero hay que poder documentar el caso. Los acosadores adultos a menudo eran acosadores cuando eran niños o acosados cuando eran niños. Comprender esto acerca de ellos puede ayudarle a afrontar ese comportamiento. Pero hay poco que puedas hacer al respecto más allá de hacer todo lo posible por ignorar al agresor, denunciar su comportamiento a las autoridades correspondientes y documentar los casos de acoso para poder emprender acciones legales en el futuro si es necesario.
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